SWEET LIFE

• Prepara la base:
• Tritura las galletas hasta obtener una textura fina. Mezcla con la mantequilla derretida y cubre el fondo de un molde desmontable presionando bien para formar una base compacta. Reserva en la nevera mientras preparas la mezcla principal.
• Mezcla los ingredientes:
• En un bol grande, añade el queso fresco, los huevos, la nata líquida, el azúcar, la maicena, la vainilla, la sal y la crema de avellanas Dulcesol.
  Bate con batidora o robot de cocina hasta obtener una mezcla homogénea, cremosa y sin grumos.
• Hornea con mimo:
• Precalienta el horno a 200 °C (calor arriba y abajo, sin ventilador).
  Vierte la mezcla sobre la base de galleta y hornea durante 50 minutos.
  Si notas que la superficie se dora demasiado, puedes cubrirla con un papel de aluminio o de horno.
• Deja enfriar y enfría completamente:
• Saca del horno, deja enfriar a temperatura ambiente y luego refrigera toda la noche. Este paso es clave para lograr esa textura cremosa y firme tan deliciosa.
• Decora al gusto:
• Antes de servir, decora la superficie con unas cucharadas de Crema de Avellanas Dulcesol. Puedes hacer dibujos, ondas o simplemente cubrir la parte superior.

Resultado

• Un cheesecake de textura suave, sabor intenso y cremoso, con el toque irresistible de la crema de Avellanas Dulcesol. Perfecto para compartir en familia, celebrar un momento especial o darte un capricho dulce cuando más lo necesites.

Porque en Dulcesol creemos que la felicidad también se disfruta a cucharadas 💛

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