SWEET LIFE

1. Prepara la ganache:
   Calienta la leche en una olla, sin que llegue a hervir. En un bol aparte, mezcla las yemas, el azúcar glas, la fécula de maíz y el puré de calabaza hasta obtener una crema sin grumos.
   Vierte la mezcla sobre la leche caliente y remueve constantemente con unas varillas hasta que espese y comience a hervir.
2. Aromatiza y enfría:
   Retira del fuego, añade las especias y mezcla bien. Pasa la crema a un bol, cúbrela con film transparente y deja enfriar a temperatura ambiente.
   Una vez fría, bate ligeramente y colócala en una manga pastelera con boquilla redonda.
3. Carameliza las ensaimadas:
   Esparce azúcar en una sartén y caliéntala hasta que empiece a derretirse. Coloca la Ensaimada Dulcesol sobre el caramelo dorado durante unos segundos y retírala. Deja enfriar hasta que el caramelo quede crujiente.
4. Decora y disfruta:
   Con la parte caramelizada hacia arriba, decora la superficie con una espiral de ganache de calabaza y espolvorea con un toque de canela.

Resultado

• El resultado es un postre crujiente por fuera y cremoso por dentro, con un equilibrio perfecto entre el dulzor del caramelo y la suavidad especiada de la calabaza.
  Ideal para acompañar con un café, una infusión o para sorprender en una merienda otoñal.
• Sencillo, delicioso y con todo el sabor de Dulcesol. 🍁
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