SWEET LIFE

1. Infusiona la leche:
   En un cazo, calienta la leche con el azúcar, la canela y la piel de limón.
   Justo antes de que empiece a hervir, apaga el fuego y deja reposar 10 minutos.
   Luego cuela la leche para retirar la canela y el limón.
2. Empapa las ensaimadas:
   Coloca las ensaimadas Dulcesol en una fuente honda y vierte la leche caliente poco a poco.
   Déjalas reposar un minuto para que absorban bien, pero sin que se deshagan.
3. Pasa por huevo:
   Bate los huevos y, con cuidado, escurre cada ensaimada y pásala por el huevo batido.
4. Fríe hasta dorar:
   Calienta abundante aceite a unos 170 °C.
   Fríe las ensaimadas por ambos lados hasta que estén doradas y crujientes.
   Escúrrelas sobre papel absorbente.
5. Reboza con azúcar y canela:
   Mezcla azúcar y canela en un plato y reboza las torrijas todavía calientes.
   ¡El olor en este punto es pura tentación! 😍
6. Decora y disfruta:
   Coloca las torrijas de ensaimada en un plato bonito.
   Añade un hilo de miel o sirope, espolvorea con nueces troceadas y, si quieres darte un capricho extra, acompáñalas con nata montada o una bola de helado de vainilla.

Resultado

• Torrijas doradas, con el corazón suave y jugoso de la ensaimada Dulcesol. Perfectas para un desayuno especial, una merienda golosa o simplemente… para darte un homenaje. 💛

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