SWEET LIFE

Bocaditos de San Valentín


Síguenos:


Twitter


Facebook-f


Instagram


Pinterest-p

RECETA DESTACADA

Bocaditos de San Valentín

Se acerca San Valentín y andamos todas buscando ideas para sorprender a nuestra pareja. Yo os propongo estos Bocaditos de San Valentín, dulces y pequeñitos, nada pesados, para compartir acompañados de una copita de cava rosado o de un buen moscatel. Como colofón a una gran cena de San Valentín.

Podemos hacer una versión sólo para adultos y añadir un poquito de licor (de frambuesa, de cassis, cognac…) o una que podamos compartir con los niños al día siguiente, a la que no añadiremos alcohol. Yo he optado por hacerlos sin alcohol, porque mis hijos cuando ven algo dulce por la cocina, primero se lo comen y luego preguntan… así que por si las moscas…

Los bocaditos de San Valentín son unos bizcochitos bañados en chocolate, aderezados con un poco de mermelada (para dar a la vez un toque dulce y un poquito de acidez) y recubiertos de un corazón de merengue francés. Decorado, eso sí, antes muerta que sencilla, jiji.

Los merengues se pueden preparar con bastante antelación. Basta con meterlos en una bombonera de cristal o una caja metálica en cuanto los saquemos fríos del horno para que se conserven perfectos varios días. Los podemos decorar con bolitas de colores, o fideitos, o corazoncitos o con azúcar de color. Incluso sin decorar quedan monísimos.

Ingrediente principal:
Bocaditos

4.5/5

Dificultad: Media


: menos de
0
minutos
Tiempo

INGREDIENTES

– 3 paquetitos de bocaditos Dulcesol (9 bizcochitos)
– 1 clara de huevo a Tª ambiente
– 60g azúcar blanquilla
– bolitas o corazoncitos de colores (sprinkles)
– 200g cobertura rosa o de chocolate blanco (al que añadiremos una puntita de colorante rojo liposoluble)
– 3 cucharadas soperas de mermelada de fresa o de frambuesa
– Unas cucharaditas de licor de Cassis o de frambuesa (opcional)

PREPARACIÓN

Preparación de los corazoncitos de merengue:

Precalentamos el horno a 100ºC, preferentemente con aire caliente (aunque si nuestro horno no tiene esa función se puede poner a 110ºC con calor arriba y abajo).

En una hoja de papel de horno del tamaño de nuestra bandeja, pintamos con lápiz la forma de los corazoncitos ayudándonos del cortador. Esa parte de la hoja la pondremos hacia abajo, para que el lápiz no esté en contacto con el merengue.
Montamos la clara con la mitad del azúcar hasta que forme picos blandos. Añadimos el resto y batimos hasta que esté muy firme.

 

Metemos en una manga pastelera con una boquilla estrellada (yo he usado una de estrella abierta de 6mm) y vamos formando los corazoncitos guiándonos por las formas dibujadas en nuestro papel de horno.

Espolvoreamos de bolitas o corazoncitos de azúcar y metemos al horno durante 1 hora.
Apagamos el horno y dejamos que se enfríen dentro.

 

Una vez fríos podemos seguir con el resto de la receta.

Pasamos a preparar los bocaditos. Para ello, con un cortador en forma de corazón de unos 3 cm (el mío mide 3,2cm) cortaremos unos corazoncitos en los bocaditos Dulcesol.

Yo no he querido apurar demasiado y he cortado dos por bizcochito, pero pueden salir hasta tres. Con los restos siempre podemos hacer unos cake pops o nos pueden servir de base para un bizco-flan. ¡Aquí no se tira nada!

Cuando los tengamos todos vamos a formar las bases de nuestros bocaditos bañándolos en chocolate (y emborrachándolos con licor si queremos).

 

Para bañarlos podemos usar cobertura de color rosa o chocolate blanco, que colorearemos con un poquito de colorante rojo liposoluble. Yo siempre prefiero para estas cosas un chocolate blanco de calidad, pero si no tenemos colorante especial chocolate (que se disuelve en grasa y no en agua) podemos usar cobertura de color o incluso chocolate negro o con leche, que también va a quedar muy rico y estéticamente también muy bonito (sólo que menos cursi 😉 )

Ponemos la cobertura o el chocolate blanco en un bol y lo fundimos al baño María (o en el microondas).
Hundimos cada bocadito en el bol dejando la superficie superior fuera. Si los cubriéramos completamente no dejaríamos pasar la humedad de la mermelada o del licor y no quedarían tan jugosos.

 

Los sacamos con un tenedor y los vamos colocando sobre una rejilla.
Los metemos 5 min. en el congelador. Mientras tanto podemos poner el bol de chocolate fundido sobre otro con agua muy caliente, para que no se nos endurezca.

Volvemos a bañarlos en el chocolate fundido, escurrimos bien y los colocamos esta vez sobre papel de horno. Yo prefiero primero ponerlos en rejilla para que no se acumule chocolate en el borde y ya después ponerlos en papel de horno. Así una vez fríos los puedo tornear un poco con un cuchillo pequeño y dejar los bordes perfectos.
Metemos de nuevo unos minutos en el frigo o en el congelador.

 

Montamos los bocaditos de San Valentín:

Despegamos los corazoncitos de merengue del papel de horno.
Si vamos a usar licor, echamos un a cucharadita sobre cada bocadito para que empape.
Ponemos una cucharadita de mermelada encima y cubrimos con un corazón de merengue. ¡Listos para enamorar!

Se pueden conservar 2 ó 3 días a Tª ambiente en una fuente de tarta de vidrio de las que tienen campana de vidrio, o en la nevera bien tapaditos.

[INSERT_ELEMENTOR id=»802″][INSERT_ELEMENTOR id=»1021″][INSERT_ELEMENTOR id=»797″]

¿Buscas una receta?

Categoría:

Apúntate a Sweet Life

y te regalamos nuestro e-book con nuestra mejor selección de recetas.

¿Has hecho la receta?

Comparte tu experiencia en las
redes sociales, utilizando el hashtag #dulcesol