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Cañas de crema Dulcesol
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RECETA DESTACADA
Cañas de crema Dulcesol
A mi padre le encantan las cañas de cabello de ángel de Dulcesol. Siempre hay alguna rodando por «mi casa». Pues esas también podréis hacerlas fácilmente con el paso a paso que os he preparado, pero hoy vamos a aprender a hacer las cañas de crema.¡Esas sí que están buenas! Y son facilísimas de hacer además.
Bueno, facilísimas dependiendo de lo que os queráis complicar: si os ponéis a hacer el hojaldre casero la cosa la se complica un poco más. Pero si compramos el hojaldre y sólo hacemos la crema pastelera… ¡chupado!La crema pastelera es un básico de la repostería muy sencillo que nos va a dar mucho juego.
A veces puede dar problemas de grumos, pero con el método que os voy a enseñar se acabaron para siempre ;)Uno de los secretos de una buena crema pastelera es que no tenga grumos. Para eso Pierre Hermé nos da la clave: mezclar la maizena con la leche fría y el azúcar y calentar la mezcla hasta que espese y entonces mezclarla con las yemas batidas. El otro es que no tenga sabor a almidón. Y para eso hay que cocer bien la mezcla, para que el almidón se hidrate bien y absorba 6 veces su peso en agua.
Ingrediente principal:
Caña de crema
Dificultad: Facil
: menos de
0
minutos
Tiempo





INGREDIENTES
Para la crema pastelera:
– 3 yemas de huevo
– 40 g Maizena
– 60 g azúcar
– 260 g leche
– 25 g mantequilla salada (o de la normal y añadimos una pizca de sal)
– 1/4 cucharadita de vainilla en polvo (o una vaina abierta y rascados los granitos)
Para las cañas de crema:
– 1 plancha de hojaldre de 30×26 cm
– Crema pastelera (la cantidad que sale de la receta anterior)
– Un poco de agua para pintar el hojaldre y que pegue bien
– 2 cucharadas soperas de leche mezcladas con 1 cucharadita de azúcar (o un nuevo batido)
– Azúcar para espolvorear
PREPARACIÓN
Preparación de la crema pastelera:
Separamos las yemas de las claras y guardamos estas últimas para hacer otra preparación, como un soufflé, una mousse o simplemente un merengue. Se conservan unas semanas en el frigo y varios meses en el congelador.Batimos las yemas hasta que blanqueen un poco. Por otro lado mezclamos el resto de los ingredientes menos la mantequilla en un cazo y lo llevamos a fuego medio-fuerte, sin parar de remover con unas varillas hasta que espese.
Vertemos un poco sobre las yemas y mezclamos bien. Echamos el resto y mezclamos hasta que esté homogéneo. Ponemos la mezcla en el cazo de nuevo y calentamos a fuego medio, siempre sin parar de remover, hasta que hierva y espese. Retiramos del fuego, mezclamos bien con las varillas para enfriar la mezcla un poco y volvemos a poner al fuego sin para de remover hasta que hierva de nuevo. Cuando digo que hierva no quiero decir que vayáis a ver una ebullición como la del agua. Es más bien que si paráis de remover unos segundos la mezcla hace un borbotón de los de ebullición, no sé si me explico, jiji.
Dejamos entibiar y añadimos la mantequilla, removiendo hasta que se integre totalmente. Cubrimos con film de manera que éste toque la superficie de la crema (para que no cree costra) y dejamos enfriar, primero a temperatura ambiente y después lo metemos en la nevera. Reservamos.
Preparación del hojaldre:
Cortamos el hojaldre en rectágulos de 10×13 cm. La plancha de hojaldre rectangular que yo he comprado me ha dado para 6, porque era de 30x26cm. Como el hojaldre debe mantenerse bien frío durante todo el tiempo en el que estemos trabajando con él, después de cortar metemos los rectángulos unos minutos en la nevera.Cogemos un rectángulo y lo preparamos de la siguiente manera (como se ve en la foto).
Preparación de las cañas de crema:
Sobre cada rectángulo, en la parte central, ponemos dos cucharadas de crema y la extendemos bien. Abatimos primero el lado izquierdo (el más planito) sobre la crema de manera que la cubra. Con un pincel, pintamos el borde derecho con agua y lo plegamos sobre el izquierdo, apretando un poco con el dedo, de manera que nuestra caña queda cerrada. Cuando hagamos esto con todos los rectángulos los metemos en el congelador hasta que el horno esté caliente. Precalentamos el horno, calor arriba y abajo, a 200ºC.
Una vez que el horno esté caliente, sacamos las cañas del congelador y las colocamos en la bandeja del horno con los cortes hacia arriba. Con un pincel, pintamos toda la superficie con la mezcla de leche y azúcar. También se puede usar un huevo batido, pero para mi gusto con el huevo la masa se dora demasiado deprisa y a veces pensamos que está ya cocida y no lo está.
Con la leche con azúcar obtenemos un dorado más lento y nos aseguramos que la masa esté bien hecha antes de sacarla del horno. Espolvoreamos generosamente con azúcar y metemos al horno. Horneamos entre 17 y 20 minutos (dependerá del horno, pero a partir de los 17 min hay que empezar a vigilar) hasta que la masa haya subido bien y esté bien doradita.
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