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RECETA DESTACADA

Confitería Rialto

Hoy recibimos a Fernando Gayoso, encargado de endulzarnos este espacio desde su Confitería Rialto. Todo comienza cuando su bisabuelo abre la primera de las pastelerías de esta familia en la localidad de Luarca. Allí continúa hasta que en 1926, el abuelo de Fernando decide llevarse el negocio a Oviedo, donde permanece desde entonces inalterable frente al paso del tiempo. Un lujo para los asturianos que disfrutan de un lugar que promete éxitos futuros. Porque no sólo se ha asentado hasta convertirse en símbolo de la ciudad, sino que su crecimiento es imparable y sus golosinas ya las puede degustar todo el mundo esté donde esté. Maravillas tan ricas como accesibles. Sí, hablamos de las Moscovitas. Quién da más.

La pastelería original se encuentra situada en la ovetense calle de San Francisco, en pleno centro de la ciudad. Un salón de té donde además de comprar sus especialidades, se pueden degustar con tranquilidad junto a un buen chocolate o un café. Tiempo para relajarse y ver pasar la vida. Además, hace más de dos décadas abrieron un segundo establecimiento en Madrid, en el barrio de Salamanca, de fácil acceso en coche, metro y autobús. De nuevo hablamos de tienda y cafetería en la que pasar un rato agradable. Pero como decíamos, su expansión ha continuado y podemos encontrar sus pasteles en más de 100 puntos de venta por toda España. Eso sin contar que también venden sus productos a través de internet. Vamos, que es imposible no caer en la tentación.

La tentación de las Moscovitas, una receta que nació como una de sus muchas pastas de té y que se fue convirtiendo por derecho propio en el símbolo de la confitería y de la propia ciudad de Oviedo. ¿Por qué? Porque así lo quisieron sus clientes que desde el primer momento se dieron cuenta de que se encontraban ante un confite único y singular. Una especie de galleta muy fina hecha a base de almendra marcona, nata, azúcar y chocolate. Su secreto es, por supuesto, la calidad. La de cada uno de sus ingredientes. Siempre las mejores materias primas. Y su producción artesana. Porque las Moscovitas se hacen a mano y de una en una, algo que las hace tan únicas que si las pruebas puedes dejar de repetir.

Pero Rialto en mucho más. Es una pastelería clásica con multitud de propuestas entre las que también destacan los Carbayones, un clásico de la repostería asturiana, cuyo origen se remonta a principios del siglo pasado. Una base hojaldrada rellena de una masa cremosa de almendra, canela y limón, y un baño final en yema y azúcar. Deliciosos. Y muchas otras recetas artesanas como el milhojas, las pastas de té, las especialidades de temporada, el bizcocho imperial, los pasteles o un gran surtido en tartas, de siempre y actuales, porque tampoco se cierran a las nuevas creaciones de diferentes sabores. Todo suma en un negocio en el que la felicidad de los golosos es su principio y fin.

Confitería Rialto
San Francisco, 12. Oviedo

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