RECETA DESTACADA

Le Bec-Fin

Tres mujeres y un sueño hecho realidad. Así es Le Bec-Fin. Una pastelería que ha abierto sus puertas hace muy poquito para hacer la delicia de todo el que la descubre. Al frente está Mercedes Liñero, cocinera gallega con estudios en la Escuela Gastronómica Bellouet Conseil y en la maison Lenôtre de París. Junto a ella sus dos hijas, Mayte y María, y una idea que concibieron tras sus viajes a las principales capitales del mundo. Allí pudieron observar un tipo de confitería que no encontraban en Madrid. Un espacio en el que disfrutar de un delicado postre y un buen café a cualquier hora del día. Un lugar especial donde disfrutar de una exquisita experiencia.

Le Bec-Fin tiene un pequeño local en el madrileño barrio de Salamanca de cuidada decoración a modo de pequeña joyería en la que cada pastel parece una alhaja. Preciosa tienda y cafetería de fácil acceso en autobús o metro, y con multitud de aparcamientos públicos en su entorno. Tienen un obrador propio donde absolutamente todo se hace de forma artesanal y en el que la familia Liñero cuenta con el apoyo del maestro pastelero Pedro Bas. Una apuesta por elaboraciones artesanales que evocan infancias, al tiempo que incorporan nuevas y complejas técnicas. El resultado son sabores y texturas deliciosas para gozar con los cinco sentidos.

Para lograr estos resultados sólo emplean ingredientes de primera calidad, seleccionando con esmero cada uno de los frutos secos, chocolates, frutas, lácteos o harinas. Productos únicos en los que nunca falta el cariño. Pasteles elegantes y refinados que recuerdan a la repostería francesa más selecta. Sabores como el de la tartaleta de yuzu, su pera a base de compota de esta fruta y mousse de chocolate, la semiesfera de chocolate crujiente, el delicado pastel japonés o una clásica Sacher.

Imprescindibles también sus financiers y magdalenas de varios gustos o los bizcochos, de plátano con avellana, frambuesas con chocolate blanco o el de gusto a pueblo. Primorosa bollería en forma de cruasán o pan au chocolat, pastas y galletitas de todo tipo, tejas, macarrons… un paraíso en el que no puede faltar el chocolate, claro. Bombones variados como el de aceite de oliva o praliné y trufas de cava o té matcha, entre otras. Y dulces de temporada como sus roscones, mazapanes o torrijas. Son muchas y excelentes las maravillas que encontramos en este rincón hecho para perderse hasta haber devorado todas y cada una de sus especialidades.

Le Bec-Fin

Calle Claudio Coello, 58