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RECETA DESTACADA

Pastelería Motteau

Ya de vuelta a España, D’Alessandro hace realidad su sueño cuando abre su propia tienda en el céntrico barrio madrileño de Huertas. Una ubicación privilegiada, muy cerca de centros culturales como el CaixaForum y de importantes museos como el Prado o el Reina Sofía que hace que muchos de los que la visiten sean turistas. Pero además se ha hecho en poco tiempo con una fiel clientela tanto entre los vecinos como gente de todo Madrid que se acerca hasta allí exclusivamente para hacerse con algunos de sus dulces bocados. Al tratarse de una zona semi peatonal, lo mejor es ir en transporte público, pero es realmente fácil el acceso tanto en metro como en autobús.

El pequeño local, de decoración encantadora, cuenta con su propio obrador en el que se elaboran absolutamente todos los productos que venden. Además, cuatro mesitas en las que tomar un café mientras se disfruta de algún delicioso pastel.

Pero que quede claro, no estamos hablando de una cafetería. Esto es una confitería que se ha adaptado a la demanda de los que por allí pasan ofreciéndoles un rincón donde pasar un agradable momento de descanso frente a un goloso plato.

Aquí todo parte de una buena receta y de una cuidadísima materia prima con lo mejor de lo mejor. Nada de química, nada de conservantes, mantequilla francesa… como dice Juan ‘cocino como lo haría en mi casa para mis amigos’. Porque disfruta haciéndolo de esa manera y no concibe otra.

¿Pero qué productos nos encontramos en Motteau? La tartaleta de limón, rellena de una crema que D’Alessandro aprendió de su madre, es la estrella de la casa. También tiene mucho éxito la tarta de chocolate y cerveza negra y nunca falta la tarte tatin, tanto en la tradicional versión de manzana como de frutas de temporada como peras, higos, melocotones o albaricoques. Desde hace algún tiempo también elabora unas tartas con harinas que no son de trigo. No se puede decir que sean para celiacos porque en un obrador donde se manejar harinas siempre hay polvo en suspensión, pero están funcionando muy bien en sus dos versiones, la de crema de queso y fresas y la de almendras y chocolate.

No falta la bollería aunque con unas pocas piezas cada día, porque recordemos que aquí todo se realiza de forma manual con todo el trabajo que eso conlleva. Encontramos cruasán y caracolas de pasas y nueces con chocolate, limón o canela. No podemos olvidar los orígenes argentinos que se evidencian en algunos bocados como los merengues rellenos de dulce de leche. Y como muestra del clasicismo que defienden en el lugar los canelés, un dulce de Burdeos que en Madrid sólo se encuentra en un par de sitios. Una adorable pastelería que no debemos perdernos.

Pastelería Motteau
C/ San Pedro, 9
28014 Madrid

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