Todo comienza en el año 2007, cuando Víctor del Valle monta una pastelería donde decide ofrecer una buena bollería. En un primer momento la compraban hecha, pero pronto se dieron cuenta de que era necesario dar un paso más. Así nace el obrador, justo enfrente, que además se convierte en la Pastelería Lyon.
Sus premisas desde un principio estuvieron muy claras: calidad, producto y artesanía. Elaborarlo todo día a día respetando tradiciones y rescatando dulces típicos nacionales y madrileños que podían caer en el olvido. En 2015 la familia se amplía con una nueva tienda. ¿La idea? Seguir creciendo sin olvidar los orígenes.
El primero de sus locales está situado en el madrileño barrio de Hispanoamérica, perfectamente comunicado en metro y autobús, y en el que no resulta difícil aparcar tanto en la calle como en cualquiera de los aparcamientos cercanos. El segundo se encuentra muy cerca del Estadio Santiago Bernabéu y, como en el caso anterior, se puede llegar de forma sencilla tanto en transporte público como privado. Las pastelerías, de precioso clasicismo de aires franceses, nos trasladan a los tiempos en que la merienda era la deliciosa cita obligada de cada día. Y para que la experiencia sea total cuentan con una zona de cafetería en la que se puede tomar algo a cualquier hora del día.
Pero vamos a lo importante. Los dulces pecados que llenan las vitrinas de las Pastelerías Lyon. Productos recién hechos en su propio obrador de forma totalmente artesana y con un ingrediente tan conocido como imprescindible para que el resultado sea el mejor: mucho amor.
Tartas de toda la vida como la San Marcos, la Selva Negra o la Sacher; más de 25 tipos de pasteles individuales para que todo el mundo encuentre su preferido; excelentes pastas de té; la mejor bollería en todas sus versiones; y, por supuesto, pan de mucho nivel.
Pero si hay algo que distingue a esta confitería son los dulces de temporada, especialmente los más típicos de la ciudad de Madrid como los pestiños, las rosquillas de San Isidro y la Corona de la Almudena.
Eso sin olvidar imprescindibles del calendario nacional como el rosón de Reyes, las torrijas, los turrones y los buñuelos. Una completísima oferta que se completa con los 16 tipos de bombones que traen desde Francia y que atesoran en su cava de chocolate, así como una muy buena pastelería salada con empanadas, hojaldres rellenos y pasteles salados absolutamente caseros. No se puede pedir más.
Pastelerías Lyon
Calle Colombia, 12
28016 Madrid
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