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Pinkys
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RECETA DESTACADA
Pinkys
Cierto es que los Pinkys están tan buenos que no vale la pena gastar el tiempo en simularlos, me encanta el olor que tienen cuando los sacas de su envoltorio… ¡es divino! Pero esta receta os puede servir para hacer un brazo como postre cuando tenéis invitados o cuando vais de invitados a casa de alguien. A mí me parece una receta muy original.
Ingrediente principal:
Pinky
Dificultad: Facil
: menos de
0
minutos
Tiempo






INGREDIENTES
Para el bizcocho:
– 125 g de harina de repostería
– 4 huevos medianos a temperatura ambiente
– 125 g de azúcar
– Una pizca de sal
Para el relleno
– Nata montada
Para decorar
– 1 bolsa de Candy Meles de color rosa
– 100 g de chocolate blanco
PREPARACIÓN
Comenzamos preparando el bizcocho, para ello engrasamos una bandeja de horno y colocamos papel de hornear encima (la grasa hará que el papel se pegue mejor). Untamos de mantequilla el papel y espolvoreamos un poco de harina (con ello evitamos que el bizcocho se pegue).
Precalentamos el horno a 180ºC (calor arriba y abajo y sin ventilador)
Batimos los huevos junto con el azúcar y la pizca de sal, unos diez minutos a velocidad alta (la masa debe triplicar su volumen).
Incorporamos la harina tamizada y con una espátula mezclamos con movimientos envolventes.
Volcamos la masa en la bandeja y horneamos unos 15 o 20 minutos, hasta que veamos que la superficie empieza a dorarse.
Mientras se hornea el bizcocho preparamos un paño de cocina limpio (servirá para enrollar la masa) y espolvoreamos azúcar glas (esto evitará que se pegue).
Una vez tengamos el bizcocho hecho, volcamos la bandeja en el paño y retiramos el papel de hornear, enrollamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Cuando el bizcocho esté frío, desenrollamos y procedemos a rellenarlo con la nata montada.
Para hacer los pinkys corté la masa por la mitad y así me salieron dos rollos, que cortado cada rollo en tres me salieron seis pinkys, pero si queréis hacer un brazo normal, no hace falta que lo cortéis.
Los Candy Meles los podéis derretir en el microondas a intervalos de 30 segundos, pero yo prefiero el método del baño maría. Veréis que no queda muy líquido, por lo tanto no podéis bañar los pastelitos, así que lo más fácil es que, con ayuda de una espátula untéis con mucho mimo cada pastelito.
Una vez hayáis hecho la cobertura de todos, dejamos enfriar.
Finalmente, derretimos el chocolate blanco, lo introducimos en una manga pastelera o un biberón y procedemos a decorar nuestros pastelitos.
Lo cierto es que es una receta bastante sencilla, eso sí, os tenéis que poner y hacerlo con mucho amor.
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