Nosotros lo hemos hecho con trocitos grandes para que se noten ligeramente y darle un aire rústico, pero si queréis una textura más homogénea en el último paso lo podéis triturar todo antes de añadirlo al molde. Podéis acompañar con un helado o nata y unos frutos rojos. Gozaréis con cada bocado. Vamos con la receta
Para un molde rectangular de unos 22cm:
– 10-12 panes de leche Dulcesol
– 100 g de azúcar
– 4 huevos
– Medio litro de leche
– 1 rama de canela
– Dos granos de cardamomo machacados
– La cáscara de una naranja sin la parte blanca
– Dos granos de
Para el caramelo:
– 4 cucharadas de azúcar
– Unas gotas de zumo de limón
Precalentamos el horno a 180ºC y metemos una bandeja llena de agua hasta la mitad en la cual quepa vuestro molde.
Cortamos los panes de leche en rebanadas de un centímetro aproximadamente.
En un cazo ponemos el azúcar y unas gotas de limón y dejamos a fuego medio hasta que se forme un caramelo dorado sin llegar a oscuro y lo vertemos en un molde rectangular.
En un cazo vertemos la leche y le ponemos la canela, el cardamomo y la cáscara de naranja. Ponemos la leche al fuego, apagándola justo antes de que llegue a ebullición. Reservamos.
Batimos los 4 huevos con el azúcar hasta que estén bien espumoso.
Colamos la leche y la añadimos al bol de los huevos mezclando constantemente.
Finalmente agregamos los panecillos y los mezclamos hasta que empapen bien el líquido.
Vertemos toda la masa en el molde y la metemos en la bandeja de agua caliente del horno al baño María unos 45 minutos o hasta que al pinchar un palillo este salga limpio.
Dejamos enfriar y metemos en la nevera a enfriar un mínimo de 5 horas.
Desmoldamos y servimos.
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