El red velvet es un pastel americano muy vistoso por su color rojo característico, que se rellena y se cubre con una crema de queso creando una combinación deliciosa. Aunque la crema es muy sencilla de hacer, el bizcocho tiene sus trucos y no es fácil que salga bien a la primera.
Pero ahora, con los nuevos pastelitos red velvet de Dulcesol lo tenemos chupado. Con unos cuantos, sólo 4 ingredientes y en no más de 20 minutos, podemos hacer un pastel red velvet que haga las delicias de grandes y pequeños. Ideal como postre si los hacemos en porciones individuales (como yo he hecho), o para una fiesta de cumpleaños si lo montamos en un formato más grande.
Para 5 minicakes:
– 2 paquetes de Red velvet Dulcesol (12 bizcochitos)
– 120 g queso tipo filadelfia
– 40 g azúcar glas (separada en dos)
– 50g nata para montar bien fría.
– Algunas frambuesas y/o arándanos para decorar
Para el coulis:
– 80 g frambuesas frescas o congeladas
– 20 g azúcar glas
Preparación de la crema de queso:
Pesamos la nata y la metemos en la nevera (o en el congelador si queremos acelerar el proceso) un rato antes de montarla, para que esté bien fría. Mejor si la ponemos ya en el bol en el que la vayamos a montar, así éste estará también frío y la nata montará mejor. Y súper importante que tenga al menos 33% de materia grasa (es decir, que sea nata para montar y no para cocinar).
Pesamos el azúcar glas y lo dividimos en dos boles con la mitad cada uno. Una mitad la usaremos con la nata y la otra mitad con el queso. No es necesario tamizarla.
Con unas varillas, batimos el queso con la mitad del azúcar hasta que éste se haya disuelto y la crema quede homogénea.
También con las varillas (mejor eléctricas), montamos la nata bien firme con la otra mitad del azúcar.
Incorporamos la nata al queso y batimos hasta que se mezclen bien. Reservamos en la nevera.
Preparación del coulis de frambuesa:
Ponemos las frambuesas y el azúcar glas en el vaso de la batidora y batimos hasta que quede bien finito. Lo pasamos por un colador para quitar las pepitas. Reservamos en la nevera.
Si vamos a hacer mini cakes, ponemos 2 bizcochitos red velvet juntos y cortamos círculos con un cortador. También podemos cortarlos por la mitad y hacerlos cuadrados en vez de redondos. Así no nos quedan restos de recortes. Yo los restos me los he zampado, jiji …mmmm.
Si vamos a hacer un pastel más grande vamos colocando pastelitos red velvet unos al lado de los otros sobre una bandeja o plato de servicio hasta que obtengamos el tamaño deseado.
Montamos los red velvet mini-cakes:
Ponemos un círculo (de dos mitades) de red velvet Dulcesol en un plato y lo cubrimos con un poco de crema. Yo la he puesto en una manga pastelera, porque queda mejor, pero se puede poner a cucharadas y luego extender con una espátula o una cuchara.
Colocamos otro círculo encima y volvemos a cubrir con crema.
Ponemos encima un poco de coulis y decoramos con unas frambuesas frescas.
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